Otro de los pilares de este pasaporte de vacunación es que los test sean asequibles y fáciles de conseguir
De esta manera, el sistema se aplicará a partir del 1 de julio de este año y estará en vigor durante al menos doce meses. Tal y como ha venido publicando NEXOTUR, el certificado no será un requisito indispensable para ejercer el derecho a la libre circulación y no se considerará un documento de viaje. Simplemente certificará que una persona ha sido vacunada contra la Covid-19, que cuenta con un test negativo reciente, o ha superado la enfermedad.
En este sentido, todos los países de la UE tendrán la obligación de aceptar los certificados de vacunación expedidos en otros Estados miembros para las vacunas autorizadas por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). En cambio, serán libres de decidir si aceptan también certificados expedidos para vacunas autorizadas con arreglo a procedimientos nacionales o para aquellas que figuran en la lista de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para su uso en emergencias. Igualmente, los datos personales deberán ser tratados ateniéndose al Reglamento General de Protección de Datos, y los certificados se verificarán sin conexión a internet y no se conservarán los datos personales.
Eliminar las restricciones y facilitar los test
Por otra parte, como avanzó este digital, los eurodiputados han logrado un acuerdo según el cual los Estados no podrán imponer a los titulares de certificados restricciones adicionales a la hora de viajar, "a menos que estas medidas sean proporcionadas y necesarias para salvaguardar la salud pública". Para ello, deberán tenerse en cuenta los datos científicos, "incluidos los datos epidemiológicos publicados por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC)". Las medidas deberán notificarse, en la medida de lo posible, con 48 horas de antelación a los otros países miembros y a la Comisión Europea, y con 24 horas de antelación a la ciudadanía.
Finalmente, otro de los pilares de este pasaporte de vacunación es que los test sean asequibles y fáciles de conseguir. A este respecto, cabe destacar que, a petición del Parlamento, la Comisión prometió hace algunas semanas movilizar alrededor de 100 millones de euros del Instrumento de Asistencia Urgente para que los Estados miembros puedan comprar test para expedir los certificados COVID digitales.