Díaz considera que inmediatamente después de que se ponga en marcha este documento, la ciudadanía lo pedirá en masa
La aparente llegada del pasaporte sanitario al mundo sigue dando que hablar. Expertos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) discrepan acerca de si su aplicación será eficaz o no, teniendo en cuenta tanto salud como economía. Desde el sector científico advierten del riesgo sanitario porque aún faltan datos por comprobar con respecto a la vacunación. "No sabemos el papel que tendrá en la posible transmisión de la enfermedad", destaca el profesor colaborador de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universidad, Oriol Yuguero, considerando este elemento como "un error porque no existe un libre acceso a la vacunación".
Del mismo modo, la profesora colaboradora de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC, Fabiola Leyton, añade que tampoco se conoce con exactitud "cuánto dura la inmunización". Así, teme que el documento pueda ofrecer "una falsa sensación de seguridad" al portador, coincidiendo con Yuguero en que es una medida discriminatoria, porque "genera ciudadanos de primera y segunda".
Por su parte, el profesor experto en Turismo de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, Pablo Díaz, considera que este certificado es "adecuado" para poder "dar oxígeno" al Turismo y a todos los sectores relacionados. Alega que, pese a la "incertidumbre" con respecto a los plazos de protección de la vacuna, "es una medida claramente económica, destinada a salvar en la medida de lo posible al Sector, por el derecho a viajar o desplazarse". Además, cree que sería un "acto compensatorio a los turistas de mayor edad", ya que son los que estarán vacunados antes y podrían moverse.
Creen que hay otras soluciones
En este sentido, aunque Yuguero considera "lógico plantear esta propuesta, que intenta salvar ciertos sectores en crisis", opina que se deberían tomar otro tipo de medidas en lugar de este pasaporte sanitario. Igualmente, Leyton cree que esta situación "marcará aún más la desigualdad entre los países más ricos y los más pobres", apuntando que "mientras en los países desarrollados se avance en la inmunización y en este posible pasaporte, se seguirán conociendo detalles de la enfermedad". "Esperemos no tener sorpresas desagradables que nos hagan volver a restringir derechos y libertades de la ciudadanía", añade.
En cambio, Díaz aclara que este tipo de viajes por ocio llevan décadas entendiéndose "como un derecho de las clases medias y altas de las economías desarrolladas", por lo que sí debería ser prioritaria la apertura de las fronteras europeas. También prevé que, al margen de este certificado, el Sector tendrá un "protagonismo especial" en España este verano, con más movilidad entre Comunidades y menos fuera del país, y podrá "reflotarse" con una menor afluencia de ciudadanos extranjeros, como ocurrió el verano pasado. Pronostica que inmediatamente después de que se ponga en marcha este documento, la ciudadanía lo pedirá en masa porque, dice, está "ávida de poder volver a viajar internacionalmente y procurará tenerlo en cuanto sea posible y necesario".