Año tras año el Turismo ha ido consolidándose como uno de los principales motores económicos del planeta. En 2007, las ganancias derivadas de la actividad turística se incrementaron un 4,6% en todo el mundo. Pese a que su influencia es vital en todos los continentes, el estudio publicado por la Oficina Europea de Estadística confirma la primacía de la Unión Europea (UE) en la industria turística.
El Turismo juega un papel fundamental en la economía europea, representando en dicho ejercicio el 4% del Producto Interior Bruto (PIB) de los 27 Estados miembros. Tanto en lo que respecta al gasto como a las ganancias, la UE ocupa una posición dominante en el panorama mundial. Por ejemplo, a lo largo del ejercicio 2007 los residentes europeos destinaron una cantidad cercana a los 94.200 millones de euros en sus viajes al extranjero. Esta cifra supone un claro incremento respecto a los años precedentes, en los que desembolsaron 87.700 millones —en 2006— y 84.800 millones —en 2005—.
En lo que respecta a las ganancias derivadas de la actividad turística, los países miembros de la UE obtuvieron en 2007 aproximadamente 75.600 millones de euros, mientras que en 2006 y 2005 las ganancias fueron de 72.300 y 65.700 millones, respectivamente. Estas cifras han provocado que el Turismo sea uno de los principales sectores generadores de empleo en Europa. En el ejercicio analizado por Eurostat, esta actividad generó cerca de ocho millones de puestos de trabajo en los estados miembros, concentrando el 4% del total de trabajadores de la UE. Asimismo, aproximadamente dos millones de empresas se dedicaron a actividades relacionadas con el Turismo.
España, el país con mayores ganancias
Entre los destinos europeos, España prosigue con su evolución positiva, posicionándose como el país con una balanza más positiva, así como el que mayor número de pernoctaciones contabiliza. A lo largo de 2007, España recibió unos ingresos superiores a 42.100 millones de euros, frente a los 39.500 millones de Francia y 31.000 millones de Italia. Esta cuantía, sumada a los gastos más reducidos respecto a sus principales competidores, permitió que la balanza positiva de España duplicase a la de Francia. En cuanto a las pernoctaciones, España también ocupa la primera posición, con 224 millones en el acumulado de 2007, frente a los 163 millones de Italia y 108 millones de Francia.









