Por ello, las esperanzas, tanto del grupo franco-holandés, como de los sindicatos —que veían la inyección de capital de Air France-KLM como la única solución para paliar la situación de quiebra—, de reanudar las negociaciones una vez finalizadas las elecciones, podrían verse truncadas. En este sentido, Berlusconi ha asegurado que su gobierno "se hará cargo de la situación de Alitalia". Asimismo, el nuevo presidente italiano ha afirmado que "serán cubiertos los servicios a los pasajeros y haremos todo los que sea necesario para que la compañía aérea continúe funcionando".
Tras la victoria del partido de centro-derecha podrían ganar fuerza los otros dos posibles compradores que han participado en el proceso de compra. Por un lado, Air One, aerolínea italiana que pujó inicialmente por Alitalia. La otra posibilidad sería la aparición de una oferta por parte de un consorcio italiano con el apoyo de Berlusconi, tal y como afirmó el mismo en su día.
Bisignani exige garantías suficientes a Alitalia
Tras su encuentro con el comisario europeo de Transportes, Jacques Barrot, el director general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Giovanni Bisignani, ha exigido a Alitalia "garantías adecuadas y suficientes" para continuar formando parte de la asociación. En este sentido, Bisignani ha expresado que "en caso de no presentar dichas garantías, empezando por las financieras, Alitalia deberá salirse del sistema internacional, y por tanto cerrar". Finalmente, el director de IATA ha señalado que la compañía aérea italiana se encuentra en una situación "extremadamente deteriorada".









