"La apuesta por la calidad y seguir trabajando como hasta ahora" es el estandarte del Turismo de la Comunidad de Madrid, "para poder seguir siendo uno de los destinos con mayor diversidad de ofertas turísticas de nuestro país", según asegura la consejera, Ángeles Alarcó. En este sentido, la promoción dirigida al segmento del Turismo de lujo por parte de la Comunidad pasa por estar presentes "en ferias tan importantes del sector de viajes de lujo como la ILTM en Cannes o la ALTM en Shangai". De hecho, la Consejería ha realizado "eventos especiales para los agentes de viajes dentro de la ILTM"y de igual manera, según confirma la consejera de Turismo, "hemos logrado que Madrid sea destino preferente de Virtuoso, consorcio de agencias de viaje de lujo de EE UU". Asimismo se han llevado a cabo "acciones en prensa y colaboraciones con firmas como Loewe o AC Santo Mauro".
En cuanto a las infraestructuras necesarias para albergar a los turistas de este segmento, la Comunidad de Madrid cuenta con "22 hoteles de cinco estrellas y un amplio abanico de restaurantes con chefs de reconomiento y pretigio internacional", señala la consejera. También destaca que Madrid posee "tiendas de lujo en los barrios más selectos de la capital", así como una "riquísima oferta cultural de gran reconocimiento".
‘El Turismo de lujo es muy heterogéneo’
El Turismo de lujo "es difícil de cuantificar, ya que es muy heterogéneo", expone la consejera, aunque "lo que sí tenemos claro es que la nacionalidad que más demanda este segmento es probablemente la norteamericana". El segundo lugar en el ranking lo ocuparían los ingleses y los rusos "sobre todo en un determinado segmento de hoteles de la capital", explica Alarcó. Es importante resaltar que la Comunidad de Madrid está en contacto con empresas especializadas en el sector de lujo que organizan ‘viajes a la carta’ que "nos comentan que existe un incipiente mercado asiático que proviene de Singapur, China y Malasia, entre otros". Asociado a este perfil de turista, también se encuentra el que viene por motivos de negocios, que "visita Madrid solo, se instala una media de dos días y aprovecha su tiempo libre para visitar puntualmente alguna exposición y determinadas tiendas", constata Alarcó.









