La posición estratégica de Zaragoza -situada entre los ejes Madrid, Barcelona y Bilbao- , la inversión en nuevas infraestructuras (AVE y terminal aérea) y la repercusión de la próxima Exposición Internacional, que prevé atraer más de seis millones de visitantes durante tres meses, sitúan a la ciudad en uno de los escenarios más propicios para situarse a la vanguardia del sector en España.
Según el análisis elaborado por Elena Garcés, de la consultora Irea, la capital aragonesa se posiciona también como "uno de los city breaks más sorprendentes del panorama turístico español", que se añade a su capacidad para albergar eventos corporativos y reuniones. En este sentido, de cara a su capacidad hotelera, Zaragoza contaba en septiembre pasado con 48 hoteles ´- la mayoría en el casco urbano- y más de 7.600 plazas, a las que se sumarán las aperturas previstas de Meliá o Silken.
La entrada de grandes cadenas explica también el giro en la oferta que propiciará la "competitividad y creciente profesionalización de su mercado hotelero" según Garcés. Como señala el informe, aunque cadenas como NH, AC, o la propia Meliá ya cuentan con presencia en la ciudad, en Zaragoza priman los establecimientos independientes con "fuerte presencia" de promotores locales y unas tarifas "notablemente ajustadas", en un ‘techo’ de ocupación en torno al 60%.
Falta oferta de ocio que atraiga la atención de turoperadores
Si bien en los cinco años precedentes a 2006 el crecimiento de la demanda de clientes hotelera en la ciudad ha sido "prácticamente nulo", ese año marcó un ‘punto de inflexión’, tanto en los visitantes como en las pernoctaciones, registrando un aumento del 8%. Un crecimiento que se convertirá en "potencial", apunta la responsable del estudio, debido principalmente a los "esfuerzos promocionales asociados a la Expo", además de los previstos desarrollos residenciales y comerciales.
Desde el lado negativo, precisamente la falta de oferta de ocio puede ocasionar la "limitación en el desarrollo de la ciudad. Según la consultora, "la escasez de atractivos turísticos es una de las principales debilidades" de Zaragoza ya que supone una "barrera" de entrada para algunos turoperadores que buscarían este tipo de atractivos para sus clientes, más allá del mercado urbano y de reuniones.
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