Las oscilaciones euro-dólar siguen dominando el panorma económico internacional, e introduciendo su puntito de incertidumbre, aunque por lo repetidas ya empiezan a dejar de ser determinantes. No obstante, la fragilidad es muy grande, la influencia de cualquier noticia político-económica, decisiva, y nadie se atreve a tomar posiciones a largo plazo, lo que aumenta la incertidumbre, y también retrasa las decisiones de viaje, tanto a nivel personal, de consumidor, como profesional, de turoperador.


