El desayuno tardío comienza abriendo boca con un cocktail Mimosa a base de champagne y zumo de naranja. A continuación, se podrá degustar bollería casera, diferentes panes de centeno, semilla o integral, sin olvidarnos de un espumoso capuchino o un té ingles acompañado con un zumo de naranja recién exprimido. Después llega la elección de dos platos; un primero a elegir entre una ensaladilla rusa, especialidad de la casa, tosta de jamón ibérico con pan tumaca, para los más españoles y unas buenas pancakes con sirope y nata para los más nostálgicos. Además, el comensal podrá elegir un segundo y decantarse por los míticos huevos benedictine o bien, por platos tradicionales como una tortilla de patatas con chistorra o unos huevos fritos con jamón.









