Esta división de negocio será la que más crezca el próximo año, dado que sus ingresos se elevarán un 15,7%, tal y como apunta su presidente, Teófilo Serrano. El buen ritmo del AVE es atribuible al aumento de la demanda y a la puesta en marcha de la nueva ruta, que supondrá una progresión del 11% en los ingresos totales de Renfe en 2011, hasta los 2.180 millones de euros. De esta cifra, 1.911 millones provendrán del conjunto de servicio de tráfico de pasajeros (AVE, Media Distancia y Cercanías), que registrarán un incremento del 10%.
En el capítulo de gastos, Renfe prevé que asciendan a 2.643 millones de euros. Con todo, la compañía ferroviaria calcula que cerrará 2011 con un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 324 millones de euros (incluyendo la aportación del Estado para costear la prestación de servicios de interés general). Finalmente, en cuanto a las inversiones, Renfe destinará 635 millones de euros, frente a los 1.235 millones inicialmente programados en 2010.
El presidente de Renfe asegura que la transportista se encuentra en una "encrucijada fundamental en su trayectoria", ya que se tiene que convertir "en una empresa de verdad". Según recuerda, en virtud de las normativa europea dejará de percibir aportaciones estatales, y, ante la próxima liberalización del mercado, tendrá "la obligación de ser eficiente y productiva".









