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Por primera vez en la historia de esta carrera, la prueba automovilística ha priorizado el uso de vehículos que utilizan carburantes sintéticos y generan cero emisiones, y, en paralelo, se han aplicado otras medidas para garantizar la sostenibilidad de la competición, como la correcta gestión de los residuos o el cálculo y compensación de las emisiones de CO2.
La prueba automovilística ha priorizado el uso de vehículos que utilizan carburantes sintéticos
La organización ha contado con la coordinación del equipo de PortAventura Business & Events, como centro neurálgico y de operaciones de la competición, el Convention Centre también ha aplicado su propio modelo de gestión sostenible y responsable para minimizar el impacto medioambiental y energético del evento, facilitando la instalación de un punto de reciclaje de residuos especiales y habilitando un espacio de lavado de coches ajustado a la normativa vigente, entre otras acciones.
De esta forma, la organización avanza en la reducción del impacto medioambiental de la prueba, que desde 2017 obtiene el certificado de sostenibilidad que otorga la Federación Internacional del Automóvil (FIA) con el máximo nivel de excelencia. A este reconocimiento, se suman las certificaciones ambientales de prestigio internacional con las que cuenta PortAventura Convention Centre como el certificado europeo EMAS, la norma ISO14001 o el Distintivo de Garantía de Calidad Ambiental.
