Este proyecto arquitectónico se levanta en la Isla de Seguin, en el oeste de la capital francesa, y crea una auténtica ciudad de la música, de 35.000 metros cuadrados de extensión, con un auditorio con 1.150 asientos, que se dedicará principalmente a la música clásica, una gran sala polivalente con capacidad para 4.000 personas sentadas o 6.000 de pie, un estudio de grabación, espacios para las empresas, tiendas y un gran jardín de 7.200 metros cuadrados.
El arquitecto japonés Shigeru Ban y el francés Jean de Gastines han diseñado este proyecto, sobre los antiguos terrenos que ocupaba una fábrica de Renault, que contempla una gigantesca bóveda de 800 metros cuadrados y destaca sobre el conjunto de edificios, permitiendo que desde el auditorio pueda contemplarse las vistas del Sena y sus alrededores. Todo el plan urbano de la isla ha sido diseñado por Jean Nouvel. El coste anunciado es de 170 millones de euros, de los que 120 son fondos públicos.











