Durante la firma del acuerdo, el presidente de Binter, Rodolfo Núñez, ha subrayado: "Con esta alianza, damos un paso muy importante en el objetivo de Binter de prestar el servicio de transporte aéreo de la forma más sostenible posible, para lo que es esencial impulsar el consumo de nuevos combustibles con bajo impacto medioambiental, que pronto podremos empezar a aplicar a nuestros vuelos, gracias al trabajo conjunto con Cepsa".
Por su parte, Pierre-Yves Sachet, director de Mobility y New Commerce de Cepsa, ha destacado: "En Cepsa trabajamos para proporcionar soluciones innovadoras que fomenten la movilidad sostenible. Este acuerdo es un buen ejemplo, con el que contribuimos además a la competitividad del sector turístico en España, siendo Canarias su principal referente”.
Esta alianza apoya varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible
El desarrollo de combustibles sostenibles para la aviaciónnes una prioridad para ambas compañías como herramienta para continuar reduciendo la huella de carbono del transporte aéreo y contribuir así a la lucha contra el cambio climático y la consecución de la Agenda 2030. En concreto, esta alianza apoya varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: ODS 7 (garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna), ODS 8 (promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo digno), ODS 12 (garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles) y ODS 13 (adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos).
Apuesta por la sostenibilidad
Este acuerdo entre Cepsa y Binter está en línea con el conjunto de medidas Fit for 55 de la Comisión Europea, que incluye una iniciativa legislativa denominada ‘RefuelEU Aviation’, que pretende impulsar la oferta y demanda de combustibles sostenibles para la aviación en la Unión Europea, alcanzando un uso de, al menos, el 2% en 2025, el 5% en 2030 y el 63% en 2050.
Los combustibles sostenibles para la aviación (SAF) tienen un papel clave en la descarbonización del turismo y del transporte aéreo. Estos combustibles se producen a partir de materias primas circulares que no compiten con la alimentación, como aceites usados de cocina, desechos animales de uso no alimentario o restos biodegradables procedentes de distintas industrias. En comparación con el combustible convencional, el SAF puede reducir las emisiones de la aviación hasta en un 80% respecto al queroseno convencional, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).