El presidente de Paradores, Óscar López, recuerda las 30 habitaciones que tenía el primer establecimiento de la cadena en la Sierra de Gredos en 1928 y las 6.000 que tiene hoy. “Hemos llegado a los 97 paradores siendo una compañía rentable y competitiva. Caminamos hacia el centenario mirando con ambición al futuro sin perder la esencia de lo que somos: Calidad, amabilidad y leyenda”.
Compromiso sostenible
Paradores ha colocado la sostenibilidad en el centro de su negocio. La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son la guía de toda su actividad, lo que se refleja en múltiples proyectos e iniciativas. En palabras de su presidente, Óscar López, “queremos estar a la vanguardia y ser los líderes del sector en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Como empresa pública tenemos que dar ejemplo con nuestras acciones, por lo que no vamos a parar de realizar hechos concretos y reales que transforman la vida de la gente y que ayudan a mejorar nuestro planeta”.
Desde enero, todos los Paradores consumen energía eléctrica de origen 100% renovable, lo que supone un fomento del ahorro energético y consumo responsable. Este verano, la hotelera pública se convirtió en la primera cadena de ámbito nacional que anima a sus clientes a llevarse a casa la comida que no ha terminado de consumir en sus restaurantes poniendo a su disposición envases biodegradables y compostables. Una medida proactiva que busca aproximarse al desperdicio cero de alimentos y que fomenta la economía circular.
El compromiso de Paradores con el medioambiente se está traduciendo ya en la eliminación de los plásticos de un solo uso de todas sus habitaciones. Antes de que finalice el año todos los establecimientos contarán con nuevos envases de amenties producidos con materiales biodegradables. Los nuevos jabones, geles y demás productos de cosmética son libres de parabenos, ftalatos o colorantes y no están testados en animales. Además, en la Red de Paradores no se pueden encontrar ya ni botellas, ni vasos ni pajitas de plástico, ya que han sido sustituidos por otros elaborados con materiales respetuosos con el medioambiente.
Gastronomía renovada
Todos esos pasos en materia de sostenibilidad no dejan atrás la esencia de Paradores. La gastronomía sigue siendo una de sus señas de identidad, por lo que la compañía pública vuelve a sus orígenes con una nítida apuesta por la cocina regional con productos locales y recetas tradicionales de cada zona, tanto en la comida como en la bebida. El objetivo es que cuando un cliente visite un parador pueda degustar productos típicos y platos emblemáticos de la comarca en la que se encuentre. Para ello Paradores ha renovado completamente sus cartas y ha abierto una segunda línea de restaurantes en doce establecimientos de su Red con una propuesta más informal que permite disponer de una oferta más variada de la mejor gastronomía española de cada región.
Los datos respaldan el liderazgo gastronómico de Paradores que vendió más de dos millones de cubiertos en 2018 y que este año superará esa cifra. Esta apuesta por la restauración le ha valido el premio Alimentos de España, concedido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, por ser un referente en la promoción gastronómica española dentro y fuera de nuestras fronteras.
Miradas al futuro
Con una plantilla de más de 4.000 empleados, Paradores cumple 91 años con un nuevo convenio colectivo firmado con los sindicatos de la empresa tras nueve años negociaciones. En él se recogen medidas en pro de la igualdad y la conciliación familiar, así como la formación de la plantilla y el desarrollo profesional de la misma.
Paradores mira al futuro con ilusión y la vista puesta en la apertura del Parador Costa da Morte en Muxía (A Coruña) tras más de 17 años de espera. Además, Paradores ha puesto en marcha un ambicioso plan de reforma y remodelación de algunos de sus establecimientos más emblemáticos para adaptarlos a las tendencias actuales del turismo como León, Aiguablava y Jaén.
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