El grupo turístico Marsans podría recuperar de nuevo el control de Aerolíneas Argentinas y Austral en caso de "no estar de acuerdo" con el precio de tasación que establezca el Estado argentino, aseguran fuentes del grupo. Desde la aprobación de la Ley de renacionalización de las aerolíneas el pasado 4 de septiembre, existe cierta desconfianza en el seno del grupo turístico respecto al resultado de las valoraciones financieras que pueda presentar el propio Estado, por la que se haría con la compra de Aerolíneas Argentinas y Austral, privatizadas en la década de los 90.
Esta desconfianza viene motivada porque será el Tribunal de Tasación de Argentina el encargado de fijar el valor del paquete accionarial de las aerolíneas, tal y como expone la ley, lo que contradice el acta firmada entre Marsans y el Gobierno de Kichner cuando se aprobó que el precio final lo dictaminarían auditorías independientes presentadas por cada una de las partes. Fuentes del grupo han asegurado que si bien, ésta "no anula el acuerdo" alcanzado entre ambos, sí existe la preocupación respecto "al cumplimiento de los términos en los que se firmó". No obstante, Marsans ya ha solicitado a diversas entidades auditoras externas la valoración financiera pertinente sobre Aerolíneas y Austral, de las que todavía poseen el 94,4% y 97%, respectivamente.
Marsans mantiene las intenciones de vender
"Se negoció con el Gobierno una compra, no una expropiación", según declaraciones del director Financiero del grupo turístico, Vicente Muñoz. En cualquier caso, el grupo, co-presidido por Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz Ferrán, mantiene sus intenciones de vender, "pero en los términos en los que se ha firmado el acuerdo", sostienen fuentes del grupo. Por lo que si "encontramos dificultades para cumplir lo acordado, tomaremos las medidas correspondientes", o lo que es lo mismo, retomar de nuevo las riendas de las aerolíneas.
La discusión sobre el valor de ambas compañías aéreas obedece al nivel de sus pasivos. Éstos suman de manera conjunta un total de 890 millones de dólares, mientras que sus activos rondan los 700 millones, según datos suministrados por Marsans a los legisladores.
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