En lo que las principales organizaciones empresariales del Sector consideran como una actitud "absolutamente irresponsable", los sindicatos asturianos han decidido unilateralmente romper las negociaciones, a pesar de las "constantes invitaciones al diálogo" de las patronales, según explican en un comunicado al que ha tenido acceso NEXOHOTEL. En el manifiesto, firmado por Unión Hotelera, Hostelería de Asturias y Hostelería de Gijón, los empresarios muestran su malestar ante unas peticiones que "no responden" a la situación económica actual y que "ponen en peligro" más de 2.000 empleos en el Sector.
Una de las principales reivindicaciones de los sindicatos es la subida salarial del 18% respecto al pasado convenio de 2005, mientras los empresarios ofrecen elevarlos al 3,5%, coincidiendo con el IPC estimado para finales de este año. Una petición "irrenunciable" para los líderes sindicales que el empresariado tilda de "absolutamente desproporcionada", ya que ponerla en práctica supondría un aumento de los costes por trabajador cercano al 20%. Además, los hoteleros recuerdan que incluso los secretarios generales de CC.OO y UGT han manifestado públicamente que, en un momento de crisis como el actual, "debe anteponerse el empleo al aumento salarial".
La generalización de los descansos de dos días es otra de las cuestiones clave para los sindicatos asturianos, que el empresariado entiende como inviable en un momento de incertidumbre económica como este. Según los hoteleros, ampliar estos descansos puede derivar en una pérdida de rentabilidad, especialmente para las empresas más modestas. En este sentido proponen implantar gradualmente esta política de descanso, comenzando por las grandes empresas, para alcanzar la obligatoriedad en torno al año 2012.
‘Menoscabo’ de derechos laborales
La lucha contra el absentismo laboral es otra de las cuestiones que ha enquistado la negociación colectiva en el Principado. La patronal ha puesto sobre la mesa una propuesta para controlar esas ausencias a través del salario que perciben los empleados durante los primeros días de baja. Sin embargo, la intención de incorporar estas medidas se entiende desde los sindicatos como un menoscabo a los derechos laborales.
Este enrocamiento de los sindicatos, sin "aportar alternativas" para favorecer el acuerdo de un nuevo convenio, según el empresariado, y a lo que se suman las amenazas de convocar actos reivindicativos han generado el malestar de las organizaciones empresariales que, pese a todo, "tienden la mano" para retomar una negociación que, a su juicio, "no hace sino perjudicar a los intereses de todas las partes".
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