Tras su anuncio, la dirección de la compañía aérea ha denunciado que esta negativa, "fomentada por el Sepla, está injustificada, es irresponsable y refleja una total ausencia de solidaridad con el resto de los empleados que sí han admitido sacrificios para sacar la aerolínea adelante". Así, afirma que "los pilotos han demostrado, una vez más, una actitud muy egoísta, al anteponer sus privilegios e intereses a los de los demás colectivos".
El acuerdo que los pilotos han rechazado supone la salida de 258 pilotos, cifra muy inferior a las 537 bajas que incluía el plan original, y una reducción salarial del 14%, frente a la bajada de entre el 25% y 35% propuesta inicialmente. Por ello, Iberia considera "incomprensible" que los pilotos sean los únicos en rechazar un acuerdo que "permite sentar las bases de una empresa saneada y fuerte que contribuya de forma significativa al desarrollo del Turismo y la economía española, especialmente necesario en los momentos de crisis que atraviesa España". "Esta actitud es una clara deslealtad a quienes han apostado por una empresa con futuro, como los demás empleados, la dirección de la compañía, sus accionistas, y el propio Gobierno", concluye.










