Aunque el Gobierno ha reiterado la resistencia del Turismo español, los indicadores reflejan su menor peso en el Producto Interior Bruto (PIB), así como la pérdida de competitividad frente a los países competidores del Mediterráneo oriental. En 2009, tanto los ingresos como los pagos de servicios turísticos mostraron tasas negativas, retrocediendo un 9,6% y un 14,3%, respectivamente.
Según el Banco de España, aunque a finales de año se apreció una cierta ralentización, los ingresos por Turismo volvieron a reducir su peso en el PIB en 2009, alcanzando, en términos nominales, el 3,6%. Este comportamiento refleja la debilidad del gasto en las economías que constituyen los principales mercados emisores de turistas a España, la apreciación del tipo de cambio del euro frente a la libra y la pérdida de competitividad a pesar de los fuertes recortes realizados en los precios de los hoteles nacionales.
Turquía y Marruecos reciben más turistas
Durante el pasado ejercicio, la llegada de turistas extranjeros a España experimentó una contracción del 8,8%, descenso más acusado que el que registraron los flujos internacionales de turistas, que rondó el 4%, según la Organización Mundial del Turismo (OMT). En comparación con otras áreas geográficas, el retroceso en las entradas fue similar al registrado en el resto de Europa del norte y central, aunque los destinos que compiten directamente con España mostraron una mayor resistencia a los efectos de la recesión mundial. Turquía fue elegido por un 2% más de visitantes, seguido de Marruecos, con un crecimiento del 1,7%, mientras que Croacia y Egipto sufrieron caídas de poca intensidad (0,6% y 3,4%, respectivamente).
Por su parte, los pagos por Turismo disminuyeron en términos reales un 14,3% en 2009, mientras que en términos nominales, de acuerdo con la Balanza de Pagos, el descenso fue del 13,8%. Este comportamiento refleja la caída tanto del número de viajes de los españoles al exterior, que mostraron una mayor preferencia por los destinos nacionales, como el gasto realizado. Según el Banco de España, la incertidumbre sobre el alcance de la crisis económica, el aumento de la tasa de paro y la pérdida de riqueza que experimentaron las familias en 2009 explican la notable reducción del gasto en viajes al exterior y su sustitución por el Turismo interior.









