La Federación considera que, pese a la situación de crisis, es mejor que el incremento del IVA, que en el sector turístico pasará del 8% al 10%, lo asuma el propio hotelero y no repercuta en el cliente final, ya que considera que en estos momentos es más importante ganarse la confianza de los clientes absorbiendo el aumento.
Asimismo, la entidad recomienda que los establecimientos se acostumbren a redondear al céntimo con la finalidad de ajustar al máximo los precios para atraer y mantener a los clientes.









