La ‘gruta’, de unos 60 metros cuadrados, presenta sus paredes recubiertas con 3.200 pequeñas estructuras de sal cristalizada natural procedente la mayor cordillera del planeta, en Nepal. El centro de la estancia está presidido por una gran roca de este ‘oro rosa,’ de 250 kilos de peso y 75 centímetros de alto, y el suelo luce una alfombra de la misma sal del Himalaya en formato granulado.
Esta instalación pionera en España representa la nueva apuesta del hotel Lopesan Costa Meloneras por ofrecer servicios de wellness tanto a los huéspedes del hotel como a todos los clientes externos, explican desde la empresa. Según los especialistas, el empleo de esta sal proporciona efectos positivos sobre el cuerpo humano gracias a la altura y la pureza de los yacimientos naturales en los que se extrae, situados en determinadas áreas de la cordillera del Himalaya que permanecen allí desde hace 250 millones de años, cuando el mar cubría esta parte del planeta.








