El administrador financiero de TAP, Michael Conolly, ha explicado que "los malos resultados obtenidos en lo que va de año se deben al encarecimiento del combustible, que supuso un gasto de más de 128 millones de euros, y a las pérdidas imputadas de la participación que tienen en la empresa de halding Groundforce". Pese a lo negativo de los resultados, Conolly ha resaltado que "los beneficios operacionales han aumentado un 18% hasta alcanzar 1.400 millones de euros, lo que es muy bueno teniendo en cuenta la situación del sector aéreo".
Por su parte, el presidente de la aerolínea lusa, Fernando Pinto, considera que ante estos resultados "es difícil mantener una perspectiva de beneficios" para el final de este año, debido a la "gran volatilidad de los mercados". Por lo tanto, TAP "no podrá cumplir la meta fijada por el Gobierno de obtener 64 millones de euros de beneficios en 2008". Finalmente, Pinto se ha mostrado pesimista con los resultados de este año, reconociendo que "será difícil recuperar los más de 100 millones de euros de pérdidas ya acumuladas".
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