Así lo ha informado el portavoz de la Junta de transición, Sabino Méndez, que será portavoz de la entidad hasta la celebración de elecciones el próximo 26 de abril, y que ha reconocido que la intención de la SGAE es "desprenderse" de toda la red Arteria —con un total de 10 teatros y salas repartidos entre Buenos Aires, México, Madrid, Barcelona y Sevilla— para lo cual se llevará a cabo "una desinversión escalonada", cuyo plazo inicial es de dos años.
Para justificar esta decisión, el portavoz de la SGAE ha explicado que al llegar la Junta Directiva de transición "se encontró con muchos proyectos, como el caso de Al-Andalus, concebidos como si nunca fuera a haber crisis y de espaldas a las ciudad". En este sentido, el portavoz se refiere al Auditorio de Fibes —con un aforo similar al de la SGAE, de en torno a 3.000 personas, y cuya apertura está prevista para el verano— y se ha preguntado "qué se hace con dos teatros así en Sevilla".
Según Méndez, la SGAE ha recibido la tasación de todos los espacios de la red, un proyecto, a su juicio, "hiperdimensionado, megalómano y producto de egos desatados", que habría costado en torno a 250 millones de euros, y con un total de préstamos entre los 140 y los 160 millones, "algunos de los cuales se han empezado a pagar y otros no". Por tanto, lo que se trata ahora "es de trabajar poco a poco, y en serio, para sanear todo esto", porque "consideramos que si procedemos con tranquilidad podemos desmantelar esta red y ver cuál de ellos puede venderse mejor", ha asegurado.
Desviación del presupuesto
Así, y en el caso concreto del Auditorio Al-Andalus, ha explicado que pese a que el presupuesto inicial de los años 2002-2003 era de unos 30 millones de euros, "se han invertido en el mismo en torno a 71 millones y no está terminado —falta todo lo relativo a equipamientos— para lo cual se necesitarían unos 11 millones más", aunque "para explotarlo se necesitaría aún más", ha añadido. Sin embargo, y pese a que su tasación actual "aún se desconoce", tampoco "perdemos de vista que si nos planteamos que su uso no fuera como teatro, la tasación subiría", ha matizado.
En este sentido, Sabino Méndez ha indicado que "para sorpresa" de la propia SGAE, al espacio sevillano "le han aparecido clientes interesados, pero siempre tirando a la baja", aunque no ha querido desvelar nombres, y ha dicho que "prefieren esperar". "Queremos ver cómo puede conservarse el objetivo teatral inicial, pero si no aparece ese cliente, no descartamos otras posibilidades", ha manifestado, toda vez que aboga por la "implicación" de las instituciones —Junta de Andalucía y Ayuntamiento— para mantener ese uso.
En cualquier caso, y pese a que el Al-Andalus es uno de los espacios "más difíciles" de vender por su extensión y porque es uno de los más especializados, Méndez ha señalado "que se puede esperar", porque una entidad de gestión colectiva "podría tener problemas de liquidez pero no de solvencia", aunque no ha anunciado cuál sería es plazo "razonable" de espera. Además, y sobre cuál sería el precio de este ambicioso complejo, Méndez ha remitido esta pregunta a la Junta Directiva que saldrá de las elecciones del próximo 26 de abril, "que es a la que le tocará tomar todas las decisiones en este sentido".









