El sentimiento de la práctica totalidad de los expositores de la Feria Internacional del Autobús y el Autocar de Madrid, que cerró sus puertas el pasado viernes, era muy coincidente: la mejor edición de las últimas, casi desde 2006. No solo por el volumen de visitantes y de expositores, sino por la calidad de los mismos, por sus intenciones de hacer negocio y por la ilusión con la que afrontaron el Salón. Parece que vamos saliendo de la crisis, tal y como dicen las cifras macroeconómicas; y a expensas de que esa misma tendencia se traslade a la microeconomía, a la que tenemos más a mano, el Sector denota signos de esperanza ante el futuro más inmediato. Tras muchos meses de enjugar lágrimas es el momento de comenzar a sonreir, sin olvidarse de trabajar.


