"Continuamos en la era 1.0, y seguiremos por mucho tiempo más. No hemos cambiado como humanos, las formas de relacionarnos son las mismas, lo que sí ha cambiado son los canales", ha asegurado Herrero. En este sentido, ha hecho referencia a las diferentes fuentes de información para las decisiones de compra: 84% amigos; 80% vendedores y profesionales; 65 ferias y congresos; 64% redes sociales.
Durante la jornada, llevada a cabo en el Hotel Tryp Condal Mar de Barcelona, Herrero también ha explicado las potencialidades de las diferentes herramientas que proporciona Internet 2.0. Así ha hecho referencia a mapas personalizados del evento a través de Google Mapps, tanto de organizadores, ponentes como de asistentes; calendarios online con el objetivo de fijar la fecha de los eventos en función de la agenda de los asistentes; podcastings para entrevistas a ponentes y a asistentes y social media para viral marketing, entre otros.
Asimismo, ha asegurado que el uso de las nuevas tecnologías, en el ámbito empresarial, se sustenta en tres motivos: llegar a más personas, vincularnos a ellas y aumentar la productividad. Aunque, "¿por dónde empezamos?" se ha preguntado, aconsejando que se debe comenzar por incluir encuestas online y en directo, usar comentarios, considerar otros medios como el audio y el vídeo, y sobre todo "pensar para qué lo vamos a hacer".
Recomendaciones del experto
Algunas de las recomendaciones de Herrero han sido elaborar mapas de los asistentes por perfiles, no por localización física o realizar encuestas a los asistentes sobre la temática del discurso de apertura, con lo que son ellos los que configuran los contenidos. Igualmente, ha recomendado amplificar los eventos a través de comentarios en directo, compartir presentaciones y la participación remota como en el caso del evento Web 2.0 Expo (www.web2expo.com).
La sesión ha finalizado con el consejo de construir una propuesta de valor partiendo de los clientes de un evento, es decir una oferta concreta para cada tipo de cliente, por ejemplo, por motivo de asistencia. De esta manera, y teniendo en cuenta el tipo de persona y la propuesta de valor, se decide el canal a través del cual contactar e interactuar con el cliente.
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