Ryanair sigue así con su lucha contra determinados ‘portales’ de viajes, a los que acusa de "engañar a los clientes con precios artificialmente bajos que no guardan relación con la cantidad total que terminan pagando". Según un portavoz de la compañía aérea, el fallo, dictado por el Tribunal Supremo de Irlanda, "no tendrá ningún impacto en las páginas web autorizadas con los que trabajamos actualmente, más de una docena, y que se nutren de la información de vuelos de Ryanair permitiendo a los clientes comparar tarifas aéreas".
"Sin embargo, todavía hay muchas que continúan inflando artificialmente las tarifas de Ryanair y generando una mala experiencia a los clientes, en particular a aquellos que quieren cambiar algún elemento de la reserva", lamenta. Por ello, hace "un llamamiento a la Unión Europea para que intervenga y prohíba estas prácticas por el interés de los consumidores".










