En un contexto económico como el actual y la alta competencia que existe en el sector hotelero de cuatro y cinco estrellas, los establecimientos han de ofrecer al viajero de negocios servicios que les diferencie de la competencia. Estos servicios han de facilitar el trabajo del viajero—que es para lo que se alojan en el hotel— y no complicárselo. Buenas instalaciones de negocios, fácil acceso a Internet, equipos informáticos de última generación… son algunos ejemplos.

