El intento de la presidencia belga de prohibir que las agencias de viajes puedan renunciar al Régimen Especial de Agencias de Viajes (REAV) en aquellos casos que les sea perjudicial, ha evitado que haya consenso en torno a la reforma fiscal en la que trabaja la Unión Europea (UE). Según ha podido saber NEXOTUR, en la última reunión, la delegación española hizo suyas las demandas del Sector y exigió que en el texto de la reforma figure esta posibilidad de renuncia.
Asimismo, tanto Alemania como Reino Unido mantienen sus reservas, abogando por no modificar este punto de la normativa. Por lo tanto, Bruselas sigue sin concretar la reforma, ya que en materia de fiscalidad tiene que haber unanimidad. Según el coordinador del grupo de trabajo ‘Agencias de Viajes e IVA’ y experto en fiscalidad de la consultoría Deloitte, David Gómez Aragón, "ahora habrá que esperar al nuevo planteamiento que pueda darle Hungría", que a partir de enero presidirá la Unión Europea. Así, recuerda que "al igual que los belgas no recogieron el enfoque de los españoles, ahora son los húngaros los que podrían introducir alguna otra modificación o incluso no introducir en su calendario esta propuesta de directiva".
El proceso de reforma se inició en 2002
Tal y como adelantó NEXOTUR, en caso de ser aprobado este apartado, se eliminaría el procedimiento existente en la normativa española que permite a las agencias emitir una factura a las empresas en la que incluye un importe aproximadamente equivalente, aunque siempre inferior, a las cuotas del IVA que gravan los servicios que les suministra la agencia, importe que actualmente puede ser deducido por las referidas entidades en sus autoliquidaciones por dicho impuesto. La inclusión de esta medida en la reforma fiscal supondría "la expulsión de las agencias del segmento de viajes de empresa, puesto que éstas pasarían a adquirir los productos directamente a través de los hoteles y compañías de transporte, ya que así podrían seguir repercutiéndose el IVA en sus facturas", avisan las Organizaciones empresariales.
Sin embargo, pese al temor del Sector de agencias, la aprobación de esta reforma fiscal parece aún lejana, teniendo en cuenta cuándo comenzó el proceso y las dificultades que suponen los cambios semestrales de presidencia. Esta propuesta de directiva se inició en 2002, aunque un año después quedó paralizada, volviéndose a retomar bajo la presidencia de España de la Unión Europea. Con esta decisión, el Gobierno pretendía evitar que la Comisión Europea llevase a España y a otros siete países al Tribunal Europeo por aplicar de forma incorrecta algunos aspectos del REAV.










