Aunque aún es pronto para vaticinar qué puede devenir en la temporada de verano, parece presumible que diferentes factores puedan repercutir negativamente en el Sector de agencias de viajes. Aunque hay quienes no abandonan el "moderado optimismo", esperando un repunte de las ventas respecto a un 2009, tanto las medidas anunciadas la semana pasada por el Gobierno como el desplome del euro y el encarecimiento del combustible se traducirán, previsiblemente, en un recorte en el emisor, mientras que el receptivo podría verse favorecido por la debilidad de la moneda.
En primer lugar, en cuanto a los recortes que plantea el Ejecutivo, los representantes de las agencias de viajes no "esperan una incidencia muy grave". Según el gerente de AMAVE, Ruperto Donat, "los ciudadanos que tengan un sueldo estable y unas perspectivas de futuro no reducirán drásticamente sus gastos". En esta línea se pronuncia el presidente de FEAAV, Rafael Gallego, quien considera que "a priori, esta medida por sí sola no debería influir". Al respecto, Gallego, señala que "el gran problema sigue siendo la guerra de precios", por lo que aboga porque "el Sector se preocupe de que se eliminen estas prácticas".
Por su parte, el máximo responsable de AEDAVE, José Manuel Maciñeiras, reconoce que "todo suma" y hace referencia a la "cuestión psicológica". "La incertidumbre generada por la decisión del Ejecutivo puede suponer una contención en el gasto, especialmente en la tercera edad", explica. En este sentido, Maciñeiras advierte de que "la sensación de inseguridad es mala para el Turismo".
Menos viajes de larga distancia
Más allá de este recorte salarial, que al igual que la subida del IVA se aplicará en dos meses cruciales para las agencias de viajes (junio y julio), dos factores ajenos al Gobierno, como son la caída del euro y el aumento del precio de los carburantes, podrían provocar un cambio de tendencia de cara a la temporada de verano. El gerente de AMAVE, que muestra su "preocupación" por el desplome del euro, considera que "muchos clientes que pretendían contratar viajes de larga distancia se decantarán por alternativas más económicas, como por ejemplo las costas españolas". Maciñeiras coincide en señalar que la debilidad de la moneda, "en caso de no corregirse, podría suponer una reducción en las salidas desde los países de la zona euro".
Sin embargo, mientras que el emisor se verá afectado por la depreciación del euro frente al dólar, el receptivo puede "sufrir el efecto contrario". Según apuntan los responsables de las tres Organizaciones consultadas por NEXOTUR, este factor, sumado al "previsible aumento" de los precios de los billetes aéreos, provocará que los españoles, así como los ciudadanos de la Unión Europea, se decanten en mayor medida por los destinos nacionales.
Preguntado por sus previsiones de ventas para el verano, mientras que el presidente de AEDAVE afirma que "no se va a producir la esperada salida de la crisis", tanto Gallego como Donat muestran un "moderado optimismo". El máximo responsable de la Federación señala, al respecto, que "el Sector se está recuperando más rápido de lo esperado". También Donat vaticina "una mejoría en comparación con 2009, ya que fue un año bastante malo".









