La asociación hotelera ha explicado que algunos empresarios adelantaron el cierre de los hoteles al pasado mes de octubre debido a "la falta de clientela" y ha considerado que el final de la temporada alta ha sido "algo más floja" tal y como se comprobó en septiembre con el descenso de un 4,1% en la ocupación respecto al mismo mes del año pasado.
En este sentido, la FEHM ha manifestado que el final de la temporada "ha confirmado las cifras de mayo y junio" cuando los indicadores "también fueron inferiores a los de 2007". Además, a este hecho hay que añadir que la estancia media "se ha reducido", lo que ha provocado que la rentabilidad de la oferta complementaria "también haya caído".
En lo que respecta al balance turístico anual, las cifras muestran un "ligero descenso de la ocupación" que, sumado al "importante aumento de los costes" que han tenido que asumir los hoteleros, se traducirá en el resultado final en "una caída importante de los márgenes operativos de las empresas".
La situación en Menorca
En la isla de Menorca, la planta hotelera abierta entre noviembre y marzo se encuentra entre el 0,5% y el 2% del total cuando en los últimos cinco años estas cifras se situaban entre el 4%, 5% y 6%. Así, la oferta de establecimientos se concentra en los hoteles de la ciudad y en los tres establecimientos que acogen a turistas del Imserso, que son los "únicos turistas de invierno de la isla" según la Asociación Hotelera de Menorca (ASHOME) y cuyo número está previsto que aumente un 10% este año.
Por último, el presidente de la asociación empresarial, Joan Melis, ha opinado que para conseguir la desestacionalización del destino hay que hacer "un esfuerzo conjunto" y hay que conseguir que los hoteles y apartamentos "se adapten para el invierno" pero también "el entretenimiento y el transporte". "Si el 90% de los turistas busca en Menorca sol y playa, en invierno habrá que ofrecer otras cosas", ha concluido.









