La nueva low cost estará participada en un 33,3% por First Eastern y en un 66,7% por inversores japoneses, de entre los cuales ANA será el accionista mayoritario con el 39% de las acciones totales. La operación aún se encuentra pendiente de la aprobación del Ministerio de Transportes de Japón, por lo que la nueva compañía aérea podría iniciar su actividad durante la segunda mitad del próximo año, inicialmente con rutas domésticas y más tarde con enlaces a China.
El presidente del grupo hongkonés, Victor Chu, ha asegurado haber recibido "con escepticismo" la posibilidad de crear esta aerolínea cuando el presidente de ANA, Yoji Ohashi, se lo propuso hace dos años, ya que por entonces los volátiles precios del petróleo y la alta regulación del mercado japonés hacían la idea "poco atractiva". Sin embargo, Chu considera que el nuevo Gobierno japonés es "más dinámico y abierto de mente" para fomentar el mercado aéreo, ya que "puede contribuir a revitalizar la economía".











