El arquitecto Francisco Mangado es el responsable del proyecto del Palacio de Congresos y Hotel de Palma de Mallorca, cuya fachada norte acogerá todos los servicios de apoyo a los usos principales y también los accesos de suministro y personal; y la fachada sur, orientada al mar, será una fachada profunda constituida por un denso entramado vertical que rememora la densidad de las murallas, de cuatro metros de profundidad, evita la iluminación directa del interior, pero permite sin embargo ubicar escaleras, algunas mecánicas, que conforme se suben o bajan dejan ver el horizonte marítimo.
En las plantas bajas la profundidad de la fachada permite ubicar los accesos marcando la transición entre el interior y el exterior, así como locales comerciales que, situados junto a las zonas de exposiciones, quedan orientados hacia lo que será el nuevo boulevard costero. Entre las dos gruesas fachadas se van localizando los distintos usos exigidos.
Así, en la esquina más cercana a la confluencia con la calle Manuel Azaña se disponen las dos salas principales, con escenarios contiguos, generando economías funcionales. En continuidad con estas se ubican las zonas de exposiciones, con alturas variables en todo caso importantes para permitir la celebración de diversos eventos. Una gran cafetería entre ambas áreas completa la distribución en la planta baja.
Una planta superior
Elevadas en el último nivel, se sitúan las salas de congresos y un gran restaurante en torno a un jardín colgante con vistas abiertas al mar . Estos usos estarán directamente conectados al cuerpo del hotel mediante un puente que permitirá el funcionamiento integrado con una planta intermedia en el hotel de uso público. En ella se sitúan gimnasios, piscina y centro termal, junto a otro restaurante, los cuales se pueden entender en continuidad con los usos ya descritos en el edificio de congresos.
Las salas de congresos se han pensado con la idea de que permitan el máximo grado de uso y flexibilidad. Junto al uso de grandes congresos (con capacidad aproximada de 2.020 personas), cabe la disposición de auditorio eliminando la audiencia bajo el anfiteatro donde la acústica no es aceptable si no es amplificada. Todas las salas se pueden igualmente dividir mediante paneles móviles para permitir simultáneamente el uso de congresos menores.








