Conviene recordar que la iniciativa de crear un fondo de garantía —que cubra a viajeros y agentes ante la quiebra de aerolíneas—, surge de los agentes de viajes españoles, más concretamente de la extinta AEDAVE (defendido en Bruselas por su vicepresidente Vicente Blasco), siendo asumido por el conjunto del Sector, representado en la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), bajo la presidencia de Rafael Gallego.
El Sector español ha sido el principal valedor del Fondo de Garantía ante ECTAA, que ha sabido acreditar ante los eurodiputados de Estrasburgo que 1,8 millones de personas se han visto afectadas por el cierre de compañías aéreas, cifrando en 800 euros el coste medio por viajero.
Esta iniciativa sitúa al agente de viajes en la posición que le corresponde: la defensa de los derechos del cliente final, esto es, del consumidor.
Bruselas tiene ahora la última palabra, ante las presiones de IATA, el poderoso lobby de las aerolíneas, y de ECTAA, en defensa de las agencias, que se dejan sentir en la Comisión Europea. Siendo de esperar que la legislación europea "proteja a los pasajeros ante eventuales quiebras de aerolíneas", en palabras de la vicepresidenta de ECTAA, Eva Blasco, en sintonía con el presidente de ECTAA.










