La campaña de control del transporte escolar llevada a cabo recientemente por la DGT ha arrojado algunos resultados preocupantes. Por un lado, el número de denuncias expedidas por los agentes ha superado en un 15% las efectuadas el pasado mes de Febrero, fecha de la última campaña. Además, más de la mitad de los 4.200 vehículos inspeccionados recibieron alguna sanción, lo que no deja en buen lugar al Sector. O, tal vez, sí, porque llama poderosamente la atención que 1.800 de los 2.240 conductores denunciados coincidieron en una causa administrativa: no disponer de la correspondiente autorización especial para este tipo de transporte. Por lo tanto, las denuncias a los profesionales de la actividad no fueron tantas. ¿Intrusismo?


