El aeropuerto de Santiago de Compostela se ha quedado desde el lunes sin vuelos internacionales, después de que Ryanair haya abandonado las conexiones desde el aeropuerto de Lavacolla con Roma, Frankfurt y Londres. Esta interrupción se debe a que la Xunta de Galicia aún no ha renovado el convenio con la compañía de ‘bajo coste’ para mantener las conexiones internacionales durante 2011.
El alcalde de Santiago de Compostela, Xosé Sánchez Bugallo, augura que esta situación supondrá "una reducción de unos 30.000 visitantes en el primer trimestre de 2011", un hecho que ha calificado de "evidentemente malo". A su juicio, la caída tendrá lugar en unos meses en los que "ya se preveía una disminución importante del Turismo".
Aunque el regidor compostelano ha asegurado que esta situación "no es imputable" al comité de rutas que "nada tiene que ver con esto", sí ha señalado que esta paralización "no ocurrió ni en 2009 ni en 2010", ejercicios en los que los vuelos funcionaron "con normalidad desde el 1 de enero". Bugallo espera que en este periodo se resuelvan las conexiones con Italia y considera "vital" que "se solucione esta situación lo antes posible", para evitar daños mayores en verano.
Reacciones de la oposición
Por otra parte, el portavoz del Partido Popular (PP) de Santiago, Gerardo Conde Roa, ha asegurado que es necesario trabajar para sumar a los enlaces operantes en el aeropuerto de Santiago, durante la temporada de verano, otros "prioritarios" como Berlín, Varsovia, Sao Paulo o Nueva York. Conde Roa ve "fundamental" el mantenimiento de las rutas que operaron el pasado verano en Lavacolla, tal y como ha negociado la Xunta, al tiempo que ha instado a trabajar para "añadir otros" destinos a nivel internacional.
En consecuencia, ha explicado que para el PP local sería necesario añadir a los existentes, vuelos a Berlín y Nueva York, así como a Varsovia (por su relación con el Papa Juan Pablo II) y a Sao Paulo, por la emergencia económica de Brasil y su nexo con la emigración. Paralelamente, Conde Roa ha indicado que "la batalla de Lavacolla en los próximos años será la de las infraestructuras", por lo que ha apostado por revitalizar este capítulo con la conexión entre el AVE y el aeropuerto, el enlace desde la AP-9 y la construcción de la segunda pista.
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