La nueva Delta comenzará su actividad operando vuelos a más de 375 ciudades del mundo, "más que cualquier otra aerolínea", y contará con cerca de 75.000 trabajadores. El consejero delegado de Delta, Richard Anderson, explica que este acuerdo supone la fusión de dos líderes de la industria aérea, "creando así la principal línea aérea, que será única e inigualable en lo que a variedad de oferta y calidad de servicios se refiere". En este línea, Anderson destaca de este acuerdo que "la complementariedad de ambas aerolíneas, unida al calibre de sus empleados, permitirá convertir está fusión en la más exitosa de la historia del sector aéreo".
Tras contar con la aprobación del Departamento de Justicia de Estados Unidos, ahora dará comienzo el proceso de integración, que se alargará durante un periodo aproximado de entre uno o dos años. Mientras tanto, los clientes deberán seguir realizando las gestiones directamente con la aerolínea que opere el vuelo. Ambas compañías aéreas mantendrán activas sus respectivas páginas web, así como los sistemas de reservas y los programas de reservas y de fidelización.










