Ambas empresas iniciaron su actividad el año pasado. Junto con José Fernández Catering, incorporada en enero de este año, Huesca Congresos suma tres nuevos socios en 2014 y un total de 62 empresas de distintos ámbitos: alojamientos, comercio, gastronomía, ocio y servicios complementarios.
Castillo de San Luis ofrece desde 2013 servicios para eventos, tanto banquetes en su finca situada en las afueras de Huesca (gran cocina, capacidad para 700 personas, con tres salones y tres jardines independientes), como servicios de catering en cualquier otro espacio. Con la excelencia como principio básico, esta empresa cuenta con el respaldo gastronómico de su jefe de cocina, Carmelo Bosque, con una estrella Michelin. Según explica Pablo Barreña, consejero delegado de la sociedad, "nuestra incorporación a la Fundación aporta un espacio singular para la celebración de eventos y el prestigio de Carmelo Bosque como valor añadido. Todo ello con voluntad de colaborar para promocionar Huesca como destino de congresos". Tal como explica Barreña, desde su inicio de actividad han vivido un año intenso. "Estamos muy contentos con la respuesta del público y somos optimistas con nuestro futuro. Hemos realizado una inversión en la remodelación de nuestros jardines y apostamos por unos altos parámetros de calidad en nuestra cocina y nuestros servicios", afirma.
Por su parte, Bendita Ruina es un establecimiento inaugurado en agosto de 2013 que se ha convertido, con su Sala Genius, en el hervidero cultural de la ciudad. Música en directo, actuaciones, cine, espectáculos, presentaciones de libros y todo tipo de eventos culturales y de ocio. El espacio es un local multiusos en pleno centro de Huesca, con restos romanos e islámicos de gran valor arquitectónico, con una superficie útil de 500 metros cuadrados y técnicamente equipado para cualquier evento. Miguel Ollés, socio de la empresa, señala que "es un espacio abierto para propuestas culturales y de ocio de todo tipo, una especie de vivero de genius de la ciudad, para unir inquietudes y fomentar la capacidad creativa, y convertir la cultura el motor de desarrollo económico". Para Ollés, su entrada como socios en la Fundación Huesca Congresos supone "entrar a formar parte de un proyecto que dinamiza la ciudad y aportar contenido cultural y de ocio para los asistentes a eventos y congresos".











