La aerolínea, inmersa en su proceso de fusión con Iberia, ha facturado un total de 2.323 millones de euros de abril a junio de este año, frente a los 2.378 millones de euros del mismo periodo del ejercicio anterior, es decir, un 2,3% menos. "El rendimiento financiero de la compañía ha mejorado durante el segundo trimestre del ejercicio", pese a que tanto los ingresos como los costes se vieron afectados por el cierre del espacio aéreo europeo tras la erupción del volcán islandés y las huelgas convocadas por los tripulantes de cabina (TCP), ha asegurado el consejero delegado de British Airways, Willie Walsh.
"Tanto la posición de efectivo de la aerolínea como la deuda siguen siendo fuertes", ha agregado, atribuyendo los resultados al aumento de los ingresos subyacentes y a nuevas reducciones de los costes. El impacto de las cenizas volcánicas en BA ha alcanzado los 300 millones de euros, mientras que los TCP de la aerolínea han llevado a cabo 22 jornadas de huelga en varias tandas de paros en lo que va de año, en protesta de las nuevas condiciones laborales enmarcadas dentro del programa de recorte de costes de la compañía.
A 30 de junio, la posición de caja de BA se sitúa en unos 2.000 millones de euros y la deuda neta es de unos 2.746 millones de euros a finales de marzo. La compañía aérea ha afirmado que sus prioridades para el resto del ejercicio no han cambiado y que continuarán centrándose en "reducir costes, mejorar la productividad y garantizar que las mejoras introducidas en los últimos 21 meses se mantienen conforme el negocio comienza a crecer".








