El proyecto, denominado el «termómetro de la felicidad» y desarrollado en colaboración con Pyramics y el Instituto Fraunhofer, empresa e institución alemanas, se ha implementado en el Hotel Miguel Ángel by BlueBay de Madrid.
El sistema incorpora los últimos avances en «tecnología emocional» para conocer las emociones de los clientes. El ‘termómetro de la felicidad’ está compuesto por cinco sensores distribuidos estratégicamente por distintas zonas públicas del emblemático hotel madrileño.
En una primera fase de implementación del proyecto, estos sensores son capaces de identificar emociones básicas, como alegría, enfado o incluso un sentimiento neutro en la cara de los clientes, si bien el objetivo es ampliar a futuro esta monitorización para poder ofrecer al cliente servicios adaptados específicamente a sus emociones.











