Tanto Iberia como British Airways no se encuentran en un buen momento desde que comenzara 2009. Por un lado, desde Iberia han lanzado un plan de contingencia para reducir costes, que entre otras medidas, contiene la reducción de plantilla y sueldos, tras registrar unas pérdidas de 92,6 millones en el primer trimestre. Por otro lado, British ha anunciado recientemente que ha entrado en ‘números rojos’ por primera vez desde 2001. Además, la aerolínea británica acaba de pedir a los 30.000 trabajadores de la aerolínea en el Reino Unido que trabajen voluntariamente sin cobrar durante una semana o un mes como máximo, para ayudar a que la aerolínea "sobreviva".
A pesar de esta situación, las negociaciones de fusión entre las dos aerolíneas, según comentaba presidente de Iberia, Fernando Conte, el pasado 3 de junio en su junta general de accionistas, "siguen su curso, aunque se trabaja sin fechas determinadas ni plazos que cumplir". Además, recordaba que el proceso se ha "detraído" para poner el énfasis en las medidas que ambas aerolíneas deben aplicar para salir de la crisis.
Por su parte, el consejero delegado de British, Willie Walsh aseguraba a finales de mayo, que son "optimistas en cuanto a la fusión" y que "necesitaría todavía diversos meses para concluirse". A este respecto, Walsh indica que las negociaciones se estarían centrando en estos momentos en la ecuación de canje, que tras el aumento del déficit del fondo de pensiones de British Airways y "la caída de su capitalización podría ser cada vez más paritaria".









