El informe ha sido elaborado por Tomás Monzón, profesor de Sociología del Turismo de la Universidad de Alicante y engloba a los municipios turísticos de Santa Pola, Guardamar del Segura y Torrevieja. En él, se ha hecho "un estudio exploratorio de las percepciones de los residentes sobre el impacto social, cultural y económico del Turismo" mediante "una serie de preguntas abiertas a los principales agentes sociales de la zona" como concejales, directores de hotel o asociaciones de hoteleros.
La principal conclusión del estudio es que el modelo de turismo residencial que se ha desarrollado en la región es un modelo "muy poco dinámico" que repercute "negativamente" en la hostelería y en el comercio de la zona, "todo lo contrario de lo que sucede cuando se cuenta con una planta hotelera potente". "Nunca se han sabido poner las condiciones adecuadas para atraer a grandes inversores hoteleros que generen con sus establecimientos un mayor flujo de turistas a lo largo de todo el año, con unas actitudes mucho más dinámicas y mayor capacidad de gasto", añade el informe.
Falta de infraestructuras
Por otro lado, las personas consultadas en este estudio reprueban también que hay una "carencia manifiesta de todo tipo de infraestructuras urbanísticas", sobre todo al equipararlas "con el crecimiento urbanístico y poblacional al que se ha llegado en estos municipios". Según el informe, las críticas "afectan también a los políticos y técnicos municipales" cuando afirman que el turista en la sociedad actual "está mucho mejor informado" y que no es suficiente "con tener buena voluntad" sino que hay que contar "con la colaboración de profesionales expertos en materia turística".
En esta misma línea, el informe muestra un descontento ante "la falta de atención que se ha tenido, por parte de los responsables de la gestión política, en la creación de infraestructuras de ocio, básicas para el sector turístico".
En este sentido, se ha provocado una situación en la que los visitantes "no pueden disponer de un variado abanico de actividades en las que ocupar su tiempo de ocio", lo que les obliga a "trasladarse a otros municipios vecinos en busca de entretenimiento, desviando así los gastos en ocio a otros lugares en detrimento de la economía de la zona".








