El comunicado de la OCU en el que se aseguraba que «el 100% de los catálogos [analizados] de las agencias son fraudulentos» ha generado un serio perjuicio a la imagen de los agentes. En el marco de su heterodoxa actuación, la organización ha presentado una denuncia ante Consumo, en vez de en la Dirección General de Turismo —quien tiene la competencia—. Esta manera de formular una denuncia obligará, probablemente, a que Consumo traslade a Turismo el escrito, dilatando la tramitación de un expediente, en cuya rápida resolución los agentes son los primeros interesados.


