La cadena ha explicado que su apuesta por este nuevo tipo de bar obedece a la "fuerte tradición gastronómica" del grupo, que supone el 41% de los ingresos en la gama alta de Sol Meliá.
Al respecto, Escarrer ha definido el nuevo espacio como un "lugar de encuentro" y "de mucha clase y elegancia", aunque se le ha querido dar un "toque divertido y de modernidad", ya que uno de los objetivos de la cadena es "acabar con el concepto de hotel aburrido".
El bar cuenta con cuatro espacios diferenciados: la Rotonda, un salón decorado de manera colorista con una barra de madera de 10 metros de longitud; el Back office, donde trabaja el equipo de coctelería; el Cuatro estaciones, con cómodos sofás y mesas, y la Teraza, un espacio al aire libre de 180 metros cuadrados que da a la Plaza de Colón, el acceso principal del bar.










