Y no precisamente por la evolución del número de usuarios, que en el mes de abril ya perdieron un 4% con respecto al mismo mes del año anterior, sino por las decisiones de sus responsables. O de algunos de ellos. Por ejemplo, del nuevo Ayuntamiento de Mérida, que ha optado por prescindir de la figura del gerente de la EMT de la ciudad para «reducir la nómina de altos cargos», quedando sus responsabilidades repartidas entre los concejales del consistorio. Más allá han ido en el Ayuntamiento de Jerez de los Caballeros, que ha suspendido el servicio de transporte urbano debido a las elevadas deudas contraídas durante los dos últimos años con la empresa concesionaria, que superarían los 200.000 euros.


