El estudio también ha arrojado que el porcentaje de empresas que utilizan programas de incentivos ha ido en aumento durante los últimos años, alcanzando más del 60% del espectro. "Esta es una oportunidad que nos presenta y potencia la crisis global: el desarrollo de un mercado que agrupe a Sudamérica, Centroamérica y México", ha asegurado el presidente de AV Business & Communication, Alejandro Verzoub.
"Muchas corporaciones locales realizan viajes de incentivo para premiar a sus clientes y empleados y es una gran forma de contrarrestar la dependencia a veces excesiva que tenemos de los mercados emisores como Estados Unidos y Europa", ha agregado Verzoub. Asimismo, según el informe, los cuatro criterios más importantes a la hora de seleccionar un destino son: Que tenga una buena relación costo calidad, buenas actividades culturales y recreativas, fácil acceso (aéreo o terrestre) y que sea un lugar con buena reputación.
En cuanto a los costos, según los ejecutivos que respondieron a la encuesta (más de 150 gerentes y directores), el 44% de los viajes cuestan mas de 1.200 dólares por persona y mas del 30% de las empresas admitieron tener un presupuesto para programas de incentivos de mas de 100.000 dólares anuales. Según los encuestados, menos del 18% carecen de presupuesto para programas de incentivos, sin embargo, esta cifra ha aumentado un 10% entre 2009 y 2010.
Experiencias únicas
"Si bien también existen otros tipos de premios para incentivar a los trabajadores, los viajes de incentivo tienen la característica de que siendo hechos a medida son experiencias únicas que uno mismo no podría reproducir por su cuenta", asegura el estudio. "Esto los transforma en el tipo de premio con mayor valor percibido", destaca el informe, subrayando que según los gerentes encuestados, los empleados asienten y eligen los viajes como una de las formas de premio más efectiva, aunque les gustaría tener la posibilidad de elegir otros premios.
Por otra parte, entre los datos que a los encuestados les interesa mejorar es cómo medir el retorno de la inversión de manera más exacta, así como la creatividad a la hora de diseñar los viajes de incentivos. Positivamente la mayor parte de las empresas consultadas coinciden en que los programas deben ser sostenidos años tras año, aunque se mantiene un gran porcentaje que realiza estas acciones puntualmente ante una necesidad.
"A modo de conclusión podríamos decir que los programas de incentivos son herramientas de marketing que en un alto porcentaje son autofinanciables y pueden ser aplicadas para fidelizar públicos internos y canales externos", incide el estudio. "No debemos creer que un programa pueda ser exitoso solamente con premios atractivos. Hay que invertir en comunicación constante y en una ágil administración del mismo, ya que si la comunicación no es buena, el nivel de implicación tampoco lo será".









