Así consta en una providencia, a la que tuvo acceso Europa Press, dictada tras ser admitida a trámite la querella interpuesta por el grupo empresarial y que constituye la tercera presentada en Baleares contra el fundador de Nueva-Rumasa.
La denuncia afirma que la totalidad de las acciones fueron vendidas por un total de 21 millones de euros, de los cuales 19,5 millones quedaron aplazados, tal y como consta en la escritura de compraventa. En concreto, la querella asevera que la familia Hoz es titular legítima de unos créditos que ascienden a 12,4 millones de euros, de los cuales se encuentran vencidos 641.078 euros, como consecuencia de la venta de las acciones de la sociedad a la entidad Free Size Slu, que según el escrito está en manos de una empresa domiciliada en el paraíso fiscal de Belice. Al frente de la mercantil se encuentra la imputada Álvarez Ampuero.
Colaboradores "necesarios"
Junto al empresario jerezano ha sido convocado, la misma jornada, su hijo Álvaro Ruiz-Mateos, mientras que el 14 de marzo ha sido emplazada a declarar la presunta testaferro del fundador del ‘holding’ empresarial, María Susana Álvarez Ampuero, y otro de sus hijos, Javier. Finalmente, el 21 de marzo serán interrogados los hermanos de éste Pablo, Zoilo y José María.
El escrito muestra que el hecho de que la familia Ruiz-Mateos declare que tiene todas las empresas en paraísos fiscales "ante la desconfianza del Gobierno" y que no se presentaran cuentas consolidadas como grupo de empresas "ha facilitado que todos ellos en conjunto, y como colaboradores necesarios, hayan perpetrado la presente estafa".










