El anuncio de que el Gobierno de España no limitará los pagos en efectivo que realicen los particulares (especialmente en la compra de vacaciones y viajes en agencias minoristas) es una excelente noticia, que ha sido muy bien acogida por el Sector. El límite de 3.000 euros impuestos en Francia y de 1.000 euros en Italia a los pagos en efectivo que realicen sus ciudadanos, hacía temer a los agentes de viajes españoles una inminente regulación similar en nuestro país. La necesidad de «transparencia» y la lucha contra el fraude ha de ser compatible con los intereses de un emisor en horas bajas.

