Estas instituciones son Turismo Valencia, el Palacio de Congresos, el Palacio de la Exposición y la Feria de Valencia. También ha solicitado lo mismo con las instalaciones de la Generalitat Valenciana, como la Ciudad de las Artes y las Ciencias. "Con la actual crisis —ha señalado Castillo— es hora de aprovechar al máximo los recursos existentes y no es la hora de embarcarse en obras faraónicas, como la ampliación del Palacio de Congresos, que no convencen ni a sus potenciales interesados. Valencia necesita pasar página, abandonar las obras faraónicas que han endeudado el Ayuntamiento, y aprovechar la crisis para mejorar sinergias y aprovechar al máximo lo que actualmente ya está construido".
Castillo ha explicado que este modelo de administración conjunta que propone Compromís debe estar encaminado a la gestión de todos los espacios con criterios empresariales, de rentabilidad y eficiencia, y debe contar con la presencia de los diferentes órganos empresariales con verdadera representatividad, como CEV, CIERVAL, Unión Hotelera, etc. con el objetivo de evitar la competencia entre espacios públicos y empresas privadas y, sobre todo, la creación de empleo en la ciudad de Valencia, donde más de 83.000 parados. Es más, "una gestión conjunta en la gerencia de los espacios provocaría, además, un ahorro considerable en los elevados sueldos de los directivos de estos espacios".
Con suficientes espacios
Según la concejala de Compromís, "Valencia cuenta con suficientes metros cuadrados destinados a este tipo de actividad económica, por lo que la ampliación del Palacio de Congresos no responde a criterios de interés generales. Es más, ponernos como ejemplo la Feria de Valencia es una temeridad cuando sabemos que su ampliación ha sido catastrófica para las arcas públicas y un ejemplo de cómo tirar dinero a la basura".
Valencia está necesitada de una gestión integral de los espacios dedicados a ferias, convenciones y congresos. "Este sector económico está más interesado en mejorar la promoción y los servicios a este tipo de turistas, que no de una ampliación onerosa, caprichosa e innecesaria. Este sector necesitamos mejor formación para sus trabajadores y no más ladrillo en el Palacio de Congresos. Por todo ello, gastarse 24 millones de euros es un despilfarro de recursos cuando la ciudad necesita una gestión integral de los espacios".










