Por ello, se oponen "firmemente" a los cambios propuestos. "Tan sólo en 2012, se estima que 1,7 millones de pasajeros no pudieron ejercer su derecho a compensación, lo que permitió que el sector aéreo se ahorrara unos 400 millones de euros", explica el consejero delegado de Refund.me, Eve Buechner. En este sentido, asegura que "si el plazo mínimo de retraso para obtener el derecho a compensación pasa a ser de cinco horas, millones de pasajeros de vuelos con retrasos no podrán exigir una indemnización".
La nueva normativa europea afectará a todos los pasajeros, siempre que su vuelo sea operado dentro de la Unión Europea. El actual reglamento reconoce indemnizaciones de hasta 600 euros para cualquier pasajero que llegue a su destino final con un retraso de al menos tres horas. Sin embargo, la Comisión Europea, se ha dirigido recientemente al Parlamento Europeo con el fin de revisar esta ley que, aparentemente, favorece los intereses de las compañías aéreas en detrimento de los viajeros.
Bruselas insiste en que estos cambios se proponen teniendo siempre en cuenta los intereses de los consumidores y afirma que esta medida alentará a las aerolíneas a operar los vuelos retrasados en lugar de cancelarlos. Sin embargo, las organizaciones de consumidores europeos cuestionan los motivos de los cambios propuestos y los rechazan frontalmente, ya que a su juicio perjudican claramente a los derechos de los pasajeros.
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