"En función de la materia prima de la que disponemos cada semana, elaboramos distintos platos, como por ejemplo una ensalada de arroz con verduras, de primero, seguido de un bacalao al horno, y una pieza de fruta o yogurt, de postre", explica Sánchez.
La entrega se realiza todos los lunes, en contenedores especiales, para no romper la cadena de frío de aquellos alimentos que así lo necesitan, y en armarios eléctricos, para los que requieren mantenerse calientes.
Trabajadores implicados
El director general del hotel, Enrique Escofet, valora muy positivamente esta obra social, especialmente "por el empleo de recursos humanos que conlleva". "Además del esfuerzo económico que pueda representar, cualquier acción de este tipo debe formar parte de un programa global de empresa, y por tanto la implicación de los trabajadores es imprescindible", señala.
Dado el éxito de esta iniciativa, que forma parte del proyecto ALPAN, del Rotary Club, el hotel espera que tenga continuidad en el tiempo.
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