El año 2010 se estrena con pésimas noticias. El gasto promedio de los turistas que llegan a España va a menos. No deja de ser sorprendente. ¿Gastaban más los turístas alemanes, ingleses y franceses cuando sus economías estaban en recesión? y ¿reducen su gasto medio cuando empiezan a salir de la crisis? Una paradoja estadística, que debiera ser explicada. Ojalá sea por la escasa fiabilidad de la muestra (dos meses de 2010, frente a los 12 de 2009). Pero la severa caída del precio del paquete parece apuntar a que la recuperación de la competitividad del destino España está haciéndose, una vez más, recurriendo al denostado factor precio.

