Aunque Ryanair pueda presumir de ser una de las aerolíneas low cost con mayor tráfico de viajeros en el mercado español, con su política de "marketing agresivo, incluyendo ataques e insultos a los agentes de viajes", está ganándose cada vez más enemigos en el Sector Turístico. Entre los últimos conflictos en los que se ha visto envuelta la aerolínea, cabe destacar su confrontación con los agentes de viajes, a los que tachó de "codiciosos y estafadores", así como las numerosas negativas recibidas desde las Administraciones públicas a sus peticiones de subvenciones para operar vuelos internacionales.
Por este motivo, "las agencias de viajes españolas y europeas no aceptamos la postura de Ryanair", asegura el también representante de España en la Comisión de Transporte de la Asociación Europea de Agencias de Viajes y Turoperadores (ECTAA). "Ryanair busca subvenciones y en caso de no recibirlas abandona las rutas, tal y como ha pasado en Fuerteventura y en otras ciudades europeas", explica el presidente de AEDAVE Valencia. Este es el modo de actuar de la compañía presidida por el polémico Michael O´Leary, descrita por Blasco como un "chantaje".
Pérdida de clientes de alto poder adquisitivo
Pero más allá de la política adoptada por la low cost, Blasco hace hincapié en los perjuicios que supone la instauración de compañías aéreas de ‘bajo coste’ en los aeropuertos nacionales. "Más que contribuir al aumento de la llegada de turistas, Ryanair provoca que compañías aéreas tradicionales se vean obligadas a suprimir rutas a la Comunidad Valenciana debido a que no pueden competir con los precios de las low cost". En esta línea, el presidente de AEDAVE Valencia añade que "el abandono de estas aerolíneas conlleva la pérdida de clientes de mayor nivel adquisitivo, que son sustituidos por viajeros que gastan menos, perjudicando además al Turismo de congresos".
Un estudio elaborado recientemente por Turismo de Valencia, en el cual se analiza la influencia de Ryanair en el aeropuerto de Manises, confirma la versión de Vicente Blasco. En éste se pone de manifiesto que la aerolínea irlandesa "se ha nutrido quitando clientes a otras compañías aéreas más que generando turistas". Asimismo, el perfil socio-profesional de los visitantes que vuelan con Ryanair influye en las preferencias a la hora de buscar alojamiento —decantándose por establecimientos de perfil medio-bajo—, recortando además su gasto medio —el gasto de los turistas que vuelan con Ryanair es en torno a un 5% inferior al de otras compañías aéreas—. Pese a que los datos expuestos por Turismo de Valencia confirman la pérdida de rentabilidad que supone la abundancia de aerolíneas de ‘bajo coste’, Blasco advierte que "el sector hotelero y restauración, pensando en sus propios intereses, sí quieren que Ryanair se quede".









